El simbolismo del espejo y francmasonería

El camino masónico es un viaje progresivo con un simbolismo que remite a los grandes mitos de la Humanidad y que invita a cada uno de sus miembros a la introspección. Los símbolos, como herramientas de transmisión, están abiertos a múltiples interpretaciones que permiten a cada uno proyectar su propia percepción interior.

Analizar los símbolos nos lleva a tomar consciencia de lo que la humanidad tiene en común, aquello cuya transmisión se perpetúa en el tiempo.

El símbolo tiene un significado oculto. Aparece como una realidad visible, accesible a los sentidos e invita a descubrir realidades invisibles. La combinación de lo visible y lo invisible forma un todo y el uno no se puede entender sin el otro. Los símbolos indican un camino, pueden estructurar el pensamiento y también permiten la deconstrucción.

La logia masónica actúa como un laboratorio: (labor y oratorio): trabajamos sobre símbolos que representan ideas o conceptos, en un enfoque dinámico de aprehensión de la realidad. El simbolismo debe abordarse no solo con el intelecto sino también con el corazón, con sinceridad y honestidad, lo que excluye toda sed de poder, de reconocimiento social.

Un francmasón es a la vez piedra bruta que requiere ser rectificada y herramienta. La herramienta puede ser inmaterial. Es también en este sentido que aparece en este trabajo.

El simbolismo del espejo. Su significado

El espejo encubre un simbolismo amplio, complejo y ambivalente que a la vez fascina y perturba. Devuelve nuestra propia imagen. Puede ser fiel, ilusorio e inesperado.

Espejo viene del latín Speculum, que deriva en especular, el que se vincula con reflexión. La reflexión es el acto del pensamiento que retrocede sobre sí mismo para ser examinarlo. Abre nuevos caminos de conciencia. Cada uno tiene una reacción personal al reflejo que el espejo le devuelve. El espejo es un ojo abierto al mundo.

Desde sus orígenes, el hombre se preguntó sobre el significado del reflejo que nos devolvía. Presente en todas las civilizaciones, ha sido estudiado en la filosofía, psicoanálisis, pintura, literatura. Ha alimentado cuentos, leyendas, lo real y lo imaginario.

El espejo no es sólo un objeto. Una laguna, una palabra, una metáfora, una parábola, un periódico, una caricatura, una obra de arte pueden actuar como espejo. El espejo introduce “al otro”. El otro es el reflejo de nosotros mismos.

El espejo es un útil de autoconocimiento. Más no se trata de un conocimiento directo, sino de un conocimiento indirecto que requiere la intervención del razonamiento. El espejo da a los objetos y a las personas una imagen cercana a su realidad física pero no exacta. La imagen reflejada en el espejo es virtual y está invertida. Sugiere un punto de vista diferente, un nuevo significado, lo oculto, una puerta misteriosa, como en “Alicia en el país de las maravillas”.

Los cuentos y mitos de diferentes tradiciones, asocian al espejo con la verdad, la magia y la adivinación, y están cargados de significados: Ejemplo Narciso, o la reina malvada del cuento de Blanca nieves que se enfureció cuando su espejo le dijo que había alguien más hermosa que ella en su reino.

El espejo invita a descubrir el significado oculto de las cosas, a enfrentarse íntimamente a la propia psique. Es la oportunidad para encontrarse con el verdadero Yo, con el ser universal. Refleja el estado de nuestra conciencia. Alguno solo verá la imagen de lo que cree que es. Otro buscará allí la verdad, el reflejo de la potencialidad de lo divino.

Si frente a uno hubiera un espejo en el que se reflejaran los rostros de los demás, este espejo nos permitiría ver a personas que nos agradan y a otras que no.

El reflejo de la imagen del otro complementa la imagen del primer espejo. Tal vez esa parte “del otro” que nos molesta está vinculada a una parte de nosotros mismos que consciente o inconscientemente no queremos ver. A fin de cuentas el mundo es un reflejo de quien lo percibe. Somos el reflejo de nuestras certezas, de nuestras incertidumbres, de nuestras dudas.

El espejo nos abre a tomar conciencia de nosotros mismos. Responde a preguntas y nos plantea otras. Permite detectar reflejos oscuros (errores, prejuicios, animadversiones). Porta un mensaje a condición de estar dispuestos a escucharlo. Puede manifestar ilusión. Puede impedir o permitir ver más allá de la superficie de las cosas. Puede generar vergüenza o vanidad. Quienes rechazan la imagen del espejo tienen dificultad para aceptar que el tiempo pasa y el reflejo cambia. El espejo nos permite hacer un balance sobre lo que somos, sobre nuestras cualidades y defectos, sobre nuestra forma de ver el mundo, a la vez que invita a la reflexión.

Para algunas culturas el espejo es un símbolo solar: los rayos de luz simbolizan el logos. Otras lo asocian a la luna, al agua, al alma cambiante, a la psique, a lo femenino.

Espejo y narcisismo.

Consciente o inconscientemente, el individuo trata de percibir el reflejo de su imagen en los ojos de los demás, lo que en ocasiones lo lleva a ajustar su comportamiento social.

El espejo puede estar vinculado al narcisismo: el individuo desarrolla una relación desequilibrada con su propia imagen, que le acarrea retraimiento y alienación. En la mitología, Narciso ve su reflejo en el agua y se enamora de ella. Luego de jornadas de contemplarse a sí mismo y desesperarse por no poder agarrar su imagen, decae y fallece.

Espiritualmente, el espejo es una herramienta de autodescubrimiento. En algunas escuelas iniciáticas se insiste trabajar con el espejo, enfatizando que los más temibles enemigos están en nosotros mismos. Esto tiene una doble carga: Invita a acceder al autoconocimiento, y es a la vez un trampolín hacia el conocimiento universal.

La sombra y el espejo.

La percepción de las sombras fue una experiencia singular para las sociedades primitivas. La sombra efectuó la duplicación de la imagen a través del reflejo opaco y aproximado de una silueta sobre una superficie.

A diferencia del espejo donde la imagen del sujeto desaparece cuando éste se aleja, la sombra es una réplica inseparable de su modelo, que permite imaginar un cuerpo sutil despojado de materialidad y peso. Al inclinarse sobre un estanque el hombre primitivo vio allí su cuerpo “liberado” del cuerpo físico. Esto lo llevó a pensar que hay un cuerpo separable del que tocamos, sin interior, sin gravedad, que se transporta con el cuerpo físico, lo que tal vez le sugirió que su cuerpo físico era duplicado por otro, idéntico a él, pero inmaterial, al que llamaría alma, que nos acompaña, sigue o precede. De ahí que la sombra debía ser resguardada porque garantiza la presencia del alma.

En algunos pueblos existe la costumbre de tapar los espejos de la habitación donde yace un difunto porque se cree que el espejo tiene la capacidad de retener su alma.
Otros pueblos, se niegan a ser fotografiados, por miedo a que les roben el alma y que no puedan vivir más como los demás miembros de la comunidad.

El camino iniciático nos invita a sostener un espejo ante nuestros ojos, en el que se refleje el lado oculto de nuestro ser, no solo el que nos halaga, sino el que nos devuelve la verdad, aunque a veces ésta sea poco agradable. Símbolo del autoconocimiento, es un referente que nos permite buscar la perfección. Como la luna, el espejo es reflejo y reflector. Solo funciona si hay un poco de luz, La luz nos permite ver las ambigüedades. Llama a la reflexión.

En la Logia, la luz es esa realidad que se nos escapa. Sus símbolos y rituales ofrecen una luz tenue, fácil de ver, a veces difícil de entender, similar a tantos reflejos que ocultan otras realidades.

La frase del antiguo Templo de Delfos “conócete a ti mismo y conocerás al Universo,” se vuelve una escuela de vida. Y el conocimiento de uno mismo está en el corazón del simbolismo masónico

Frente al espejo universal, el desafío es tratar de, con humildad y sinceridad, ser un reflejo de la fraternidad, del servicio, del amor a los demás y a nosotros mismos, de llegar a ser a imagen y semejanza del Creador. Se dice que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios: el microcosmos sería entonces el reflejo del macrocosmos.

 

ACP

 

2 comentarios en “El simbolismo del espejo y francmasonería”

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