Queridos Hermanos:
Como aprendiz en este sublime sendero de la Masonería, me siento profundamente honrado de compartir con vosotros algunas reflexiones sobre uno de los símbolos más sagrados y fundamentales de nuestra Orden: el Volumen de la Ley Sagrada . Este emblema, que descansa con solemnidad en el altar de nuestras logias, es un faro que guía nuestras acciones y pensamientos hacia la virtud, la sabiduría y la verdad.
El Volumen de la Ley Sagrada: Fuente de Luz
El Volumen de la Ley Sagrada representa para nosotros la fuente inagotable de conocimiento divino y humano. Es el libro que contiene las enseñanzas espirituales y morales que deben regir nuestras vidas. Para algunos, es la Biblia; para otros, puede ser cualquier texto sagrado que resuene con su fe o filosofía personal.
Como aprendiz, he aprendido que este símbolo no solo nos habla de religión, sino también de ética y moral universal. Nos invita a buscar dentro de nosotros mismos aquellas verdades eternas que trascienden el tiempo y el espacio, y a aplicarlas en nuestro diario vivir. Es un recordatorio constante de que, como masones, debemos ser hombres de bien, guiados por la rectitud y la justicia.
El Altar y la Triple Gran Luz
En el altar de nuestras logias, el Volumen de la Ley Sagrada se encuentra acompañado por las otras dos Grandes Luces: la Escuadra y el Compás. Juntos forman un triángulo simbólico que nos enseña a equilibrar lo espiritual y lo material, lo divino y lo humano.
- La Escuadra nos recuerda que nuestras acciones deben ser rectas y justas, ajustadas a los principios morales.
- El Compás nos enseña a circunscribir nuestros deseos y pasiones, manteniéndonos dentro de los límites de la moderación y la prudencia.
- Y el Volumen de la Ley Sagrada , en el centro de todo, nos ilumina con su sabiduría, mostrándonos el camino hacia la perfección interior.
Como aprendiz, entiendo que estas herramientas no son solo símbolos, sino guías prácticas para nuestra vida diaria. Cada vez que medito en ellas, encuentro nuevas formas de mejorar mis actitudes y decisiones.
Reflexión Personal
En mi camino como aprendiz, he sentido que el Volumen de la Ley Sagrada me desafía constantemente a ser mejor. Me invita a reflexionar sobre mis errores, a reconocer mis debilidades y a trabajar en mi propio perfeccionamiento. Cada página de este libro simbólico es una lección que me enseña a ser más humilde, más compasivo y más consciente de mi papel en la construcción del Templo Interior.
También he comprendido que este símbolo nos une como hermanos, más allá de nuestras diferencias culturales, religiosas o filosóficas. Independientemente de cuál sea nuestro volumen sagrado, todos compartimos el mismo propósito: buscar la verdad y vivir de acuerdo con ella.
Conclusión
El Volumen de la Ley Sagrada es mucho más que un objeto ritualístico. Es un recordatorio constante de que, como masones, estamos comprometidos con un ideal superior. Nos invita a ser constructores no solo de templos materiales, sino también de un mundo mejor, basado en la moral, la fraternidad y el amor al prójimo.
Hermanos, quiero concluir esta plancha expresando mi gratitud por permitirme compartir mis pensamientos como aprendiz. Espero que, así como yo he encontrado inspiración en este símbolo, cada uno de vosotros pueda seguir descubriendo nuevas luces en el Volumen de la Ley Sagrada, para que juntos continuemos caminando hacia la perfección.
Firmado con humildad y respeto,
Un Aprendiz en Búsqueda de la Luz
Excelente reflexión